Ante la pregunta: es el infierno endotérmico (absorbe calor) o
exotérmico (desprende calor) un estudiante de filosofía demostró su teoría, usando
la ley de Boyle(1), que afirma la
extinción del infierno por encontrarse congelado. Aquí su respuesta:
Pera ello hemos de saber a qué ritmo entran las almas en el infierno y a
que ritmo salen. Tengo sin embargo entendido que, una vez dentro del infierno,
las almas ya no salen de él. Por lo tanto, no se producen salidas. En cuanto a
cuántas almas entran, veamos la que dicen las diferentes religiones:
La mayoría de ellas declaran que si no perteneces a ellas, irás al
infierno. Debido que hay más de una religión que se expresa de esa manera y
dado que la gente es monoteísta, podemos concluir que todas las almas van al
infierno. Con las tasas de nacimiento y
muertes existentes, podemos deducir que el número de almas en el infierno crece
de forma exponencial.
Veamos ahora cómo varía el volumen del infierno. Según la ley de Boyle,
para que la temperatura y la presión del infierno se mantengan estables, el
volumen debe expandirse en proporción a la entrada de almas.
Hay, por lo tanto, dos posibilidades:
1° Si el infierno se expande a una velocidad menor que la de entrada de
almas, la temperatura y la presión en el infierno se incrementarán hasta que
este se desintegre.
2°. Si el infierno se expande a una velocidad mayor que la entrada de almas, la temperatura y la presión disminuirán hasta que el infierno se congele.
2°. Si el infierno se expande a una velocidad mayor que la entrada de almas, la temperatura y la presión disminuirán hasta que el infierno se congele.
¿Qué posibilidad es la verdadera?
Se aceptamos lo que me dijo Teresa en mi primer año de carrera (hará
frio en el infierno antes de acostarme contigo), y teniendo en cuenta que me
acosté con ella la noche de ayer, la posibilidad número 2 es la verdadera. Doy
por tanto como cierto que el infierno es exotérmico y que ya está congelado. El
corolario de esta teoría es que, dado que el infierno ya está congelado, ya no
acepta más almas y está, por tanto, extinguido… dejando al Cielo como única
prueba de la existencia de un ser divino y amoroso, lo que explica por qué,
anoche, teresa no paraba de gritar ¡Oh, Dios mío!”.
Dicho estudiante fue el único que sacó sobresaliente.
La fuente de este artículo es el
semanario de Hildebrandt en sus trece
emitido el viernes 9 de marzo del 2012.
1. (1)La ley de Boyle: El gas se enfría cuando se expande
y se calienta cuando se comprime.
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